miércoles, 10 de junio de 2009

La Casa Del Cielo


Queridos padres:

Ojalá enseñen a sus hijos, desde muy pequeños, que Dios les tiene preparada una bella mansión en el cielo. Lo que importa es pagar durante la vida una buena "cuota inicial", pues de ella depende la habitación que tendrán. lo enseña este simpático cuento:

Una señora soñó que llegaba al cielo y que las ciento veinte mil personas que mueren cada dóa estaban haciendo fila para saber cuál era su destino eterno.

De pronto apareció San Pedro y les dijo: "Vengan conmigo y les mostraré en qué barrio está la casa que les correspondea cada uno. Aquí la única cuota inicial que se recibe para su habitación eterna es la CARIDAD, traducida en obras de misericordia, comprensión, respeto por los demás, interés por la salvación de todos".

los fue guiando por barrios primorosos, como ella jamás hubiera pensado que pudieran existir. Llegaron a un barrio con todas las casas de oro, puertas doradas, techos dorados, pisos de oro. ¡Qué maravilla! San Pedro exclamó: "Aquí todos los que invirtieron mucho dinero en ayudar a los necesitados; aquellos a quienes su amor a los demás si les costó en la tierra". Y fueron entrando todos los generosos, los que partieron su pan con el hambriento y regalaron sus vestidos a los pobres y consolaron a los presos y visitaron a los enfermos.

La señora quiso entrar pero un ángel la detuvo diciéndole: "Perdóneme, pero usted en la tierra no daba sino migajas a los demás. Jamás dio algo que en verdad costara, ni tiempo, ni en dinero, ni en vestidos..., este barrio es solamente para los generosos". Y no la dejó entrar.

Pasaron luego a otro barrio de la eternidad. Todas las casa construidas en marfil. ¡Qué blancur, qué primor! Los pisos en marfil, los techos de marfil. La señora se apresuró a entrar a tan hermoso barrio pero otro ángel la tomó del brazo y le dijo respetuosamente: "Me da pena pero este barrio es únicamente para aquellos que, en el trato con los demás fueron delicados, comprensivos y bondadosos".

Y mientras todos los que habían sido exquisitos en su relaciones humanas entraban gozosos a tomar posesión de sus lujosas habitaciones, la pobre mujer se quedaba por fuer, mirando con envidia a los que iban entrando a tan esplendoroso barrio. Le faltaba la cuota inicial... haber tratado bien a los demás.

Siguieron luego a un tercer barrio. Aquello era lo máximo en luminosidad y belleza. Todas las casas eran de cristal. Pero de unos cristales excepcionalmente brillantes y hermosos. Paredes de cristales multicolores, techos de cristales refractarios, ventanas de cristales que parecian arco iris. La señora corrió a posesionarse de una de aquellas maravillosas habitaciones, pero el ángel portero la detuvo y le dijo muy serio: "En su pasaporte dice que usted no se interesó por enseñar a las personas que estaban a su alrededor el camino del bien y la verdad, y este barrio es exclusivamente para las personas que ayudan a los otros a buscar la felicidad. Usted nunca se preocupó porque las personas que con usted vivían se volvieran mejores. Así que aquí no hay casa para usted. Le falta la cuota inicial... Haber ayudado a los otros a cambiar".

Entristecida la pobre mujer veía que entraban muchísimas personas radiantes de alegría a tomar posesión de su habitación eterna, mientras ella, con su numeroso grupo, era llevada cuesta abajo a un barrio verdaderamente feo y asqueroso. Todas las habitaciones estaban construidas de basura. Puertas de basura, techos de basuras, gallinazos sobrevolaban sobre aquella hediondez; ratones y murciélagos rondaban por allí.

Ella se puso un pañuelo enla nariz porque la fetidez era insoportable y quiso salir huyendo, pero el guardián del barrio le dijo con voz muy seria: "Una de estas casa será su habitación; puede pasar y tomar posesión de ella".

La angustiada mujer gritó que era horrible. que no sería capaz de habitar en ese montón de basurás. Y el ángel le respondió: "Señora, esto es lo único que hemos poddo construir con la cuota inicial que usted envió desde la tierra. Las habitaciones de la eternidad las hacemos según la cuota inicial que las personas mandan desde el mundo. Usted solamente nos enviaba cada día egoísmo, mal trato a los demás, murmuraciones, críticas, palabras hirientes, tacañerías, rencores, envidias. ¿Qué más podríamos haberle construido? Usted misma nos mandó elmaterial para hacerle su MANSIÓN".

La mujer empezó a llorar y a decir que no queria quedarse a vivir allí y de pronto, al hacer un esfuerzo por zafarse de las manos de quien la queria hacer entraren semejante habitación, dio un salto y se desperto. Tenía la almohada empapada de lágrimas... pero aquella pesadilla le sirvió de examen de conciencia, y desde entonces empezó a pagar la cuota inicial de su casa en la eternidad: generosidad con los necesitados, bondad en el trato con los demás, preocupación por enseñar a otros el camino del bien.

¿Ya comenzaste a pagar la cuotra inicial?